lunes, 19 de octubre de 2009

la sospecha y antipatia no basta


Viví cinco años en Euskadi, país hermoso, culto y con buen desarrollo económico, de eso sólo se puede constatar si se vive en las tierras vascas. Para desgracia hay una realidad paralela que tiene varios nombres: terrorismo etarra, violencia armada, conflicto vasco, ocupación española, estado de sitio, etc.

Muchas muertes, muchos odios, tanto resentimiento, montón de años, y estamos en el 2009 y se suma y sigue.

La detención de un grupo de ciudadanos vascos entre ellos Arnaldo Otegi y Rafa Diez, lideres de la Izquierda Independentista, no tiene lugar en un estado democrático en donde las garantías constitucionales y los derechos de reunión, asociación y en suma los derechos humanos están vigentes para todos los ciudadanos.

Que los terroristas con armas o con planes criminales sean encarcelados es lo lógico. La gran estupidez es que ciudadanos que se reúnen para hablar y proponer principios políticos vayan a la cárcel.

Otegi, fuera del País Vasco, tiene una enorme antipatía y se le ve con sospecha de todo, pero esto no basta para privarle de su libertad. En democracia NO.