viernes, 8 de mayo de 2009

Yuyanapaq. Para recordar




"Un pueblo sin memoria es un pueblo sin destino. Un país que resuelva cerrar los ojos ante las tragedias de la guerra, el crimen inhumano, la desaparición de personas, la violencia contra las mujeres, el asesinato aleve y nocturno, la matanza de inocentes, será finalmente una sociedad incapaz de mirarse a sí misma y, por lo tanto, proclive a repetir las causas y los efectos de la violencia, la discriminación y la muerte."
Beatriz Merino, Defensora del Pueblo


Yuyanapaq es una muestra impresionante de dolor y muerte. Durante ese largo recorrido de fotos, testimonios y sonidos me preguntaba que hacía yo (y los de Lima y de la costa) en esos momentos de tragedia para tantos compatriotas. Esas comunidades rurales de Ayacucho tan masacradas y acribilladas por el odio y el fanatismo estupido.

Al salir del Museo tenía un nudo en la garganta y un convencimiento: "Somos responsable para que esto no vuelva ocurrir".


Fujimori: crimen y castigo

El 7 de abril 2009 la justicia peruana fue grande. Condenar a un dictador y corrupto ex presidente es toda una proeza para la democracia y la civilización de todo país.

De vacaciones en Lima, ese día, celebré la victoria de la justicia y la derrota del crimen y el robo (este último tan crecida en la sociedad peruana). Ese día me sentí orgulloso y con esperanza en mi país.

La condena a Fujimori ha sido una obra maestra de los magistrados. Todas las "esta probado" es irrefutable al sentido común y deja claro que Alberto Fujimori conocía, participaba y ordenaba todos los delitos de lesa humanidad y por el cual se le ha condenado a 25 años de cárcel.